En la actualidad el uso de dispositivos digitales se ha convertido en algo necesario para todos, no importando la profesión u oficio, género o inclusive la edad. Sin embargo el daño que las pantallas de los monitores pueden crear en nuestros ojos es algo que hay que valorar y considerar lo antes posible.
La luz es una onda electromagnética que presenta diferentes tipos de frecuencia, como por ejemplo la frecuencia entre aproximadamente 380nm y 720nm son el rango que la mayoría de ojos humanos pueden percibir. Entre más bajo de 380nm es la frecuencia es menos perceptible para el ojo humano, y este se va acercando a lo que conocemos como rayos ultravioleta, capaces de producir daño directo al ADN celular.
Hasta no hace mucho se creía que el rango de luz con frecuencia de onda de aproximadamente 430nm a 500nm conocida como luz azul no era tan dañina para los ojos, y este tipo de luz es la que generan las pantallas de los monitores, celulares, televisores, etc. Hoy en día varios estudios han demostrado que un rango de más o menos 435nm es capaz de producir senescencia (envejecimiento) de las células de la retina y llevar la paciente a una degeneración de la macula que se traduce en desmejoramiento permanente de la visión. Síntomas como borrosidad, ardor, cansancio visual, dificultad en la percepción de colores, entre otros, se convierten en parte de las molestias permanentes de los pacientes.
Es por eso que aun no necesitando refracción o graduación en los lentes, si se usa una pantalla de manera regular como por más de 2 horas al día lo mejor que puedes hacer por tu visión es protegerla con FILTROS para LUZ AZUL.
Pregunta siempre a tu profesional de salud visual sobre estos filtro y asegúrate de comentar el tiempo de exposición que tienes a las pantallas.
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